Una empresa californiana acaba de presentar el primer automóvil volador. De momento solo se eleva a tres metros de altura y durante 20 minutos.

El prototipo lo acaba de presentar Kitty Hawk Corporation, una empresa de California propiedad de Sebastian Thrun, científico y antiguo ingeniero de Google, donde participó en el desarrollo del coche autónomo sin conductor y en las Google Glass. Y financiada por su exjefe, el cofundador de Google, Larry Page, quien lleva gastados más de 100 millones de dólares en el proyecto. Se trata de un vehículo unipersonal propulsado por 10 motores eléctricos como los que usan los drones capaz de operar de momento a unos tres metros de altura. Tras más de 1.500 vuelos de prueba, acaba de ser presentado en sociedad.

Nuevas tecnologías desarrolladas por esta startup radicada en Silicon Valley para cuya presentación era lógico que recurrieran a canales mediáticos acordes a su condición. El piloto de pruebas es nada menos que Casey Neistat, uno de los youtubers de viajes y nuevas tecnologías más famosos del mundo: cuenta casi 10 millones de suscriptores en su canal de YouTube. El vídeo de su vuelo experimental en el Flyer, nombre que recibe el artefacto de Thrun, lleva más de 1,6 millones de visitas en tres días. ¡Una buena operación de mercadotecnia!

Los prototipos de Flyer almacenados en la sede de Kitty Hawk Corporation
Los prototipos de Flyer almacenados en la sede de Kitty Hawk Corporation

El Flyer tiene una envergadura de 2,4 x 3,9 metros y una autonomía de entre 12 y 20 minutos. Como todos estos prototipos adolece del mismo talón de Aquiles: el peso y la duración de las baterías, hoy por hoy inviables para producir vehículos comerciales y en cadena accesibles y útiles para el gran público. Pero lo que evidencia el éxito de su estreno es que la tecnología avanza de manera imparable y que muy probablemente veamos antes funcionar de forma masiva los coches voladores que los coches sin conductor.

Eso si, siempre que el legislador se ponga las pilas y empiece a prever junto con la industria cómo se gestiona y maneja un cielo lleno de pequeños coches personales y voladores. Aunque estoy seguro de que ocurrirá lo mismo que siempre: la tecnología va mucho más rápido que la legislación y habrá almacenes llenos de estos vehículos listos para su venta sin una legislación clara y universal que los regule. Los mismo que está pasando con sus hermanos del Jurásico: los actuales drones de uso comercial o lúdico.

De momento se ha solicitado para el Flyer la licencia de ultraligero, que solo permite volar sobre espacios abiertos, no urbanos y sin aglomeraciones de gente. La ventaja es que no hace falta título de piloto y se aprende a manejar en una hora porque no lleva más mandos que un joystick como el de los videojuegos. Es un vuelo intuitivo y visual.

En declaraciones a la cadena norteamericana CNBC, Sebastian Thrun aseguró que sus Flyers podrían volar por los cielos dentro de cinco años y que ya tiene abierta la preventa al público, aunque aún no se sabe el precio final.

Un momento del vuelo de prueba
Un momento del vuelo de prueba

La de Kitty Hawk Corporation no es la única iniciativa en este sentido. Otras empresas, como Volocopter, o la eslovaca Aeromobil, hace años que trabajan para lograr el primer coche volador asequible al gran publico.

¿Evitaremos pronto los atascos de la operación regreso a bordo de nuestro utilitario volador?

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