Alemania celebra el 29 aniversario de la caída del Muro de Berlín Redacción noviembre 9, 2018 Actualidad, Política El 9 de Noviembre de este 2018 se conmemora el 29 aniversario de la caída del Muro de Berlín: 160 Kilómetros, 28 años de división. Pero, ¿cuáles fueron las causas de su construcción y las consecuencias de su caída? El Muro de Berlín (die Mauer) es sin duda uno de los emblemas de la Guerra Fría, del mundo dividido. Algunos lo entendían como un muro de protección antifascista, otros lo llamaban muro de la vergüenza. ¿Pero cuál es su historia? La mañana del 13 de agosto de 1961, un día de verano como otro cualquiera, los berlineses amanecieron con un muro en su ciudad que la noche anterior, cuando fueron a dormir, no existía. El muro se construyó durante la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, sin previo aviso. ¿Por qué quería el Gobierno de la RDA construir esta barrera? No hay que olvidar que estamos en el contexto de la Guerra Fría y que ya en 1952 se habían dispuesto vallas y vigilantes para controlar las fronteras interiores entre la República Democrática Alemana (RDA) y la República Federal Alemana (RFA). Además, entre 1949 y 1961, unos tres millones de personas habían abandonado la RDA desde Berlín Oriental. No sólo se iban jóvenes alemanes muy formados, sino que también muchos polacos y checos formados huían desde aquí hacia occidente; un gran problema para el Gobierno oriental, que invertía mucho en la formación de estos jóvenes y cuya población no hacía sino disminuir. Por otra parte, unos 50.000 trabajadores de Berlín Este trabajaban y vivían en Berlín Oeste (Grenzgänger), pero se aprovechaban de las condiciones financieras favorables de Berlín oriental. También había problemas con la especulación y el mercado negro. Todo esto hacía mella en la frágil economía de la RDA, de manera que concibieron el muro como una forma de evitar la pérdida de trabajadores y acabar con las actividades fraudulentas que abundaban. Durante los 28 años que el Muro estuvo en pie, fueron muchos los que intentaron huir a Berlín del Oeste. Casi 240 personas murieron en el intento, como Peter Kreitlow,un joven de 20 años, que fue abatido cuando intentó cruzar la frontera que pasaba por el río Havel. Fueron 28 años, dos meses y 26 días partiendo a una ciudad y al mundo. Los alemanes celebraron que llevan más tiempo en libertad que lo que duró la «cortina de hierro». Sin embargo, unos 5.000 consiguieron cruzar, algunos de maneras muy curiosas y originales: desde escondites en vehículos hasta globos aerostáticos pasando por disfraces y túneles subterráneos, como el que en 1964 cavaron unos berlineses occidentales de 145 metros de largo, 12 metros de profundidad y 70 centímetros de diámetro que pasaba por debajo del muro y que permitió a 60 habitantes de la RDA salir por el sótano de una panadería. Hans Conrad Schumann. Otro célebre intento es el de un soldado oriental, Hans Conrad Schumann, que arrojó su fusil y cruzó al Oeste a la carrera, momento que quedó inmortalizado en una famosa foto. También se conoce el caso de unos jóvenes que huyeron disfrazados con uniformes soviéticos y con la chica que los había confeccionado escondida en el mismo. Ya en los años 70 un alemán del Este construyó un mini-submarino con el que cruzó 25 Kilómetros de mar hacia Dinamarca, y dos familias fabricaron un globo de aire caliente con el que cruzaron en 1979. Hagamos ahora un salto en el tiempo, avancemos un lapso de 28 años desde la noche de la construcción y lleguemos a la noche del 9 al 10 de noviembre de 1989. ¿Os suena? Efectivamente, la caída del Muro de Berlín. La situación parecía insostenible, la población se manifestaba pidiendo su eliminación, los habitantes de Alemania del Este se iban al bloque occidental a través de las embajadas o por la frontera entre Hungría y Austria y el Presidente de la RDA Erich Honecker había dejado su cargo en octubre. Todo se precipitó en una conferencia de prensa retransmitida en directo por la televisión de Alemania del Este, en la que Günter Schabowski, miembro del Politburó del Partido Socialista Unificado (SED) anunció que las restricciones habían sido retiradas y, ante la pregunta de un periodista, afirmó que dicha decisión entraba en vigor en ese preciso instante -cosa que no era así, ya que debía entrar en vigor al día siguiente-. Esta conferencia provocó la afluencia de decenas de miles de personas al muro, forzando la apertura de los puntos de acceso ante unos guardas fronterizos que no tenían órdenes al respecto. Los propios ciudadanos berlineses comenzaron a tirar abajo el muro con picos, martillos, etc. Algunas anécdotas de gran belleza tuvieron lugar esos días, como la presencia del virtuoso del violoncelo Mstislav Rostropóvich, que improvisó un concierto a los pies del muro. La población de Berlín Oeste recibía con alegría a los ciudadanos de la RDA, la cerveza gratis corría por los bares y los desconocidos se fundían en abrazos.. Tras la caída del Muro, los ciudadanos de Berlín Este pudieron reencontrarse con sus seres allegados del oeste, ahora podían viajar libremente, acceder a todas las lecturas que quisieran y comprar productos y marcas capitalistas. Sin embargo, no todo fueron ventajas, el desempleo irrumpió en la zona oriental y la educación pública, el sistema sanitario y la igualdad entre hombres y mujeres se vieron perjudicadas, cuestiones que, junto con la solidaridad, la ausencia de drogas por las calles y la disponibilidad de algunos productos propios de la RDA, los antiguos Ossi -habitantes de Alemania Oriental- echan de menos, según una encuesta publicada recientemente en la revista Focus. Hoy en día los Estados del Este siguen con una riqueza (el PIB) un tercio por debajo de la del Oeste, presentan un 4% más de desempleo que sus vecinos y han perdido un 20% de la población. Pero también hay datos que hablan de la integración de ambas partes, como el hecho de que la canciller Angela Merkel y el jefe de Estado Joachim Gauckhayan sido educados y formados en la RDA. Además, la misma encuesta que mencionábamos antes muestra que el 75% de los habitantes de los antiguos territorios comunistas y la mitad de los ciudadanos de la antigua RFA están satisfechos con el proceso. Tampoco hay que olvidar que el Muro se ha convertido en un reclamo turístico, ¿quién no se ha hecho una foto en Checkpoint Charlie o ha ido a ver el trozo de Muro profusamente decorado de East Side Gallery? Además, hay trozos del Muro repartidos por todo el mundo. Pero también es un lugar de memoria, como se quiere subrayar con la exposición permanente en el memorial de Bernauerstrasse -único lugar donde puede verse el Muro original completo.