La adolescente británica superó una infección mortal de bacterias, cuando los médicos le daban el 1% de posibilidades de supervivencia.

Isabelle Carnell-Holdaway (left), ahora de  17 años, con su madre Joanne Carnell-Holdaway. 

Una adolescente británica, Isabelle Carnell-Holdaway, ha conseguido salvar la vida gracias a un nuevo tratamiento que utiliza un virus modificado. La joven estaba diagnosticada de fibrosis quística, una enfermedad genética que le provocaba infecciones frecuentes que obstruían sus pulmones.

La nueva técnica empleada ha consistido en tratar a la paciente con un virus genéticamente diseñado para ‘cazar’ bacterias, y su logro ha sido reseñado en la revista científica Nature, que califica de «emocionante artítulo» el texto que describe el «primer uso clínico de los fagos diseñados para tratar una infección resistente a los antibióticos».

A los 15 años la joven fue sometida a un doble trasplante de pulmón, y la bacteria Mycobacterium abscessus, que ya la había infectado antes, regresó. Cuando eso sucede, en la mayoría de los casos el paciente muere. Y lo cierto es que la infección de la herida quirúrgica de Isabelle ya se había extendido a su hígado y pulmones.

De hecho, mientras luchaba por su vida en el hospital londinense Great Ormond Street (GOSH), cuando los antibióticos ya no hacían ningún efecto, los médicos dijeron que «no iba a salir del hospital y que tenía menos del 1 % de posibilidades de supervivencia«, cuenta la madre de Isabelle, Jo Holdaway, a The Independent.

Ahora, a los 17 años, Isabelle está aprendiendo a conducir y comienza a llevar la vida normal de una adolescente de su edad.

Terapia con fagos

Los fagos, también conocidos como bacteriófagos, son una clase de virus que infecta las células de las bacterias en lugar de las del cuerpo. Los fagos se instalan en la superficie de la bacteria, le introduce su propio código genético, se reproduce dentro de ella y acaban destruyéndola.

La terapia con fagos se ha conocido durante casi un siglo, pero tenía un uso muy limitado. El caso de esta adolescente británica ha sido el primero en utilizar esta técnica la ingeniería genética, además de ser la primera persona tratada por una infección de microbacterias con terapia de fagos.

Buscando la solución entre 15.000 cepas de virus

Los padres de Isabelle habían leído sobre esta terapia en una infección diferente y propusieron la opción al equipo médico que trataba a su hija. Aceptando la propuesta, el GOSH tomó la decisión de enviar muestras de la infección de la adolescente a la Universidad de Pittsburgh.

Esta universidad norteamericana tiene una colección de más de 15.000 cepas identificadas de bacteriófagos, pero ninguna era la candidata perfecta para Isabelle. Así que apostaron por un ‘cóctel’ de tres virus, dos de los cuales tuvieron que modificar genéticamente, para aumentar su efectividad.

En junio de 2018 comenzaron las transfusiones de fagos y seis semanas después la infección había desaparecido del hígado de la adolescente.

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